Realizar deportes y actividad física es una buena manera de mantener nuestro cuerpo sano. Los beneficios que se perciben apenas realizando algún tipo de entrenamiento son múltiples y también apuntan a nuestro bienestar emocional. En ese sentido, esta actividad fundamental para nuestro organismo también nos da más facilidades a la hora de desempeñarnos como conductores y conductoras de un vehículo. Te contamos por qué.

El entrenamiento de nuestros cuerpos combate un sinfín de enfermedades. Una de ellas es la obesidad (trastorno que lamentablemente hace destacar a Chile como uno de los países con la tasa más alta del planeta). Practicar algún deporte o simplemente tener una rutina de ejercicios que contrarrestan esta enfermedad, por ejemplo, nos ayuda a tener mejor control sobre nuestros cuerpos, con mayor velocidad e intuición en cada uno de nuestros movimientos.

Las enfermedades cardiovasculares, el estrés y la depresión (estas últimas, desgraciadamente, con mucha presencia también en el país) son algunas más que se ven mermadas gracias al acondicionamiento físico. Un cuerpo sano promueve una mente sana y es justamente aquello lo que deberíamos buscar todos y todas como sociedad. Volviendo a la relación con el desempeño automotriz, si quienes conducen están en un buen estado físico y emocional es lógico que se reduzcan las posibilidades de siniestros viales de todo tipo, ya que estamos prestos y atentos gracias al trabajo que realizamos sobre nosotros mismos.

Resulta verdaderamente asombroso como un cuerpo entrenado se desempeña mejor en todas las áreas. Según los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es recomendable practicar actividad física al menos 30 minutos al día, lo que incluye desplazamientos caminando o trotando, idealmente. Además de quemar calorías que ganamos a diario, estaremos contribuyendo a nuestro bienestar en todo aspecto, pudiendo desenvolvernos mejor en nuestros trabajos y labores diarias.

En tripp, nuestra compañía líder en el rubro de arriendo de vehículos para particulares, hemos ido detectando algunos factores que afectan nuestra maniobrabilidad al conducir, así también como los beneficios que ganamos al entrenar cotidianamente. Ya sea con ejercicios de baja, mediana o alta intensidad, siempre estaremos mejorando.

Trabajar en nuestro cuerpo y con especial fijación en los músculos y articulaciones, nos prepara para conducir. Si entrenamos nuestras piernas, brazos, glúteos y torso (por nombrar algunos sectores), estaremos mejor adecuados para manejar trayectos largos y cortos, haremos nuestros viajes más satisfactorios y además contribuiremos a reducir el riesgo de padecer las enfermedades mencionadas al principio y muchas más. Todo ello nos preparará para conducir de forma mucho más activa, segura, entretenida y, por sobre todo, mucho más feliz. Si aún no lo descubres, te invitamos a hacer la prueba.

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